La berenjena es originaria de la India. Pertenece a la familia de las solanáceas. Es una planta de climas cálidos o templados, muy sensible al frío.

Contiene un 90% de agua, pocas grasas, fibra y pocas calorías. Además nos aporta vitamina E, A, C, B1 y B2, hierro, calcio, potasio, fósforo y ácido fólico.

La mejor época para consumirlas son los meses de mayo, junio y julio.

Es muy posible que por desconocimiento de cómo tratar culinariamente a la berenjena o por utilizar especies no comestibles causó problemas digestivos, creándose una mala fama. Durante los primeros siglos de la entrada a Europa existió la creencia de que su consumo provocaba múltiples enfermedades como fiebre, epilepsia y la locura, por lo que la planta fue utilizada durante tiempo como un adorno decorativo y exótico y no como un alimento.

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El paraguayo constituye en nuestra dieta un alimento de origen vegetal, de la familia rosaceae, género prunus y especie persica platycarpa. En lo que se refiere al tipo de alimento, pertenece al grupo frutas, y por sus características lo enmarcamos dentro de la rama de semilla leñosa.


En cuanto al aspecto nutricional, es un alimento con un significativo aporte de vitamina C, agua e hidratos de carbono. El resto de nutrientes presentes en este alimento, ordenados por relevancia de su presencia, son: fibra, potasio, vitamina E, yodo, calorías, magnesio, vitamina B9, carotenoides, vitamina B2, vitamina B3, hierro, vitamina B, fósforo, vitamina B6, calcio, proteínas, selenio, cinc, vitamina A, ácidos grasos poliinsaturados, grasa, ácidos grasos monoinsaturados, sodio y ácidos grasos saturados.

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Los prebióticos son unas sustancias que “alimentan” a los probióticos del sistema digestivo. Para que puedan desarrollarse y actuar las bacterias que viven en el organismo formando la microflora.
Son ingredientes alimentarios no digeribles, no son organismos vivos como pueden serlo los probióticos.
Fueron identificados por primera vez en 1995 por el médico Marcel Roberfroid.
Generalmente se encuentran en alimentos frescos y completos, como pueden ser los oligosacáridos y la inulina.
Sirven para mejorar la formación de las bacterias que componen la flora del organismo.
Ayuda a disminuir el PH del organismo.
Reducen la fijación de bacterias patógenas en la mucosa intestinal.

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La manzana tiene muchos beneficios para nuestra salud. Estudios realizados en Finlandia han demostrado que nos protege del infarto y varios tipos de cánceres, entre ellos el cáncer de pulmón. A ello contribuye la quercetina, un flavonoide presente en la manzana que es un poderoso antioxidante (que evita el envejecimiento de los tejidos y mantienen en perfecto estado al sistema inmunológico, encargado de defender al organismo de enfermedades) y con propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas.

Protege nuestro cerebro de enfermedades como Parkinson y Alzheimer.

La manzana contiene una fibra soluble llamada pectina, que disminuye los niveles elevados de colesterol y regula la glucosa en sangre, por lo tanto, es una fruta segura para los diabéticos. También regula la función digestiva.

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CardoDesde tiempos ancestrales la planta conocida como “cardo mariano” ha sido usada para tratar dolencias relacionadas con el hígado y con la vesícula, picaduras de serpientes y problemas menstruales.


Científicamente conocida como Siyibum marianum, esta hierba es miembro de la misma familia de plantas de la alcachofa y la margarita. Las propiedades medicinales de esta planta derivan de sustancias presentes en sus semillas, donde el componente biológicamente más activo es la silibinina.

Diversas investigaciones afirman que esta planta desintoxica y protege al hígado, salvaguardándolo de daños severos, reduciendo inflamaciones y promoviendo su bienestar.

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