Los prebióticos son unas sustancias que “alimentan” a los probióticos del sistema digestivo. Para que puedan desarrollarse y actuar las bacterias que viven en el organismo formando la microflora.
Son ingredientes alimentarios no digeribles, no son organismos vivos como pueden serlo los probióticos.
Fueron identificados por primera vez en 1995 por el médico Marcel Roberfroid.
Generalmente se encuentran en alimentos frescos y completos, como pueden ser los oligosacáridos y la inulina.
Sirven para mejorar la formación de las bacterias que componen la flora del organismo.
Ayuda a disminuir el PH del organismo.
Reducen la fijación de bacterias patógenas en la mucosa intestinal.

Los prebióticos también ayudan a balancear entre bacterias beneficiosas y perjudiciales, disminuyendo estas últimas.
Así incrementan la cantidad de Lactobacillus y bifidobacterias, esto evita el crecimiento de bacterias como el Clostridium, Bacterias coliformes, enterococos o salmonella.
Así actúan beneficiosamente tanto frente la diarrea y el estreñimiento.
Mejoran la producción de vitaminas del grupo B 1, 6, 12 y ácido fólico.
Mejora la absorción de calcio y magnesio.
Disminuyen los niveles de colesterol y triglicéridos.

 

 ¿Cuáles son?

  • Oligosacáridos son cadenas cortas de polisacáridos o azúcares.
  • Los fructo-oligosacáridos son los que tienen una acción más eficaz de cómo prebióticos.
  • Galacto-olisacaridos
  • Fructo-oligosacaridos
  • Inulina
  • Mano-oligosacáridos, están considerados como inmunosacáridos
  • Como extractos naturales, las judías de soja.
  • La achicoria es una fuente importante de Inulina, igualmente lo es la cebolla, el ajo, los puerros o el trigo.
  • Las frutas y verduras frescas son una importante fuente de estos oligosacáridos.
  • Naturalmente la leche materna contiene algunos oligosacáridos, lo que es otro de los beneficios de la lactancia materna.